HACE 20 AÑOS... 2003

UN VIAJE A BARCELONA


Fue el 8 de Marzo, sábado. A las siete de la madrugada. ¡Qué barbaridad! Todavía noche profunda. El tiempo aún era inestable. La central de taxis tardó más de diez minutos en atender, y el taxi más de un cuarto de hora en llegar. Claro. A esa hora los abnegados y esforzados empleados municipales aún estaban colocando los últimos tramos de las calzadas; algunas lucían aún el acharolado reluciente del último asfalto recién echado. Eso nos dijo el taxista que tuvo que sortear maquinarias y usar vías alternativas. Y menos mal, que si a las seis como en principio estaba programado...


En el camino nos cruzamos con grupos de jóvenes que aún con el sueño pegado a sus ojos acudían a sus turnos de trabajo:
con su sudor, dedicación y denuedo: abrir las tiendas, talleres, oficinas «¡juventud, divino tesoro! Tú te vas para no volver».


Salimos puntualmente catorce personas de Salamanca. En Soria recogimos a otros cuatro. No nos conocíamos (tampoco los de Soria entre sí). Pero, como se dice ahora, la química fue instantánea y perfecta. ¡Así da gusto viajar!


Después de atravesar los campos desolados y luminosos de Soria, campos de cantos de épica y de leyenda, Las Bárdenas, los Monegros, llegamos a un restaurante de carretera en la provincia de Lérida. Degustamos, entre otros, un exquisito plato de fideuás con conejo.


Y llegamos a Barcelona: la Diagonal de punta a punta. Hay que reconocerlo desde ya: Barcelona es otra cosa.

Ya en el hotel, moderno y cómodo, después del reparto de habitaciones, aseo personal y reponer fuerzas, bajo la experta dirección de Emilio, como quiera que el elemento humano a manejar era joven, a golpe de metro y mediasuelas comenzamos a recorrer Barcelona. ¡Qué locura, según los prudentes! Barcelona, la nuit: las Ramblas, Canaletas, Plaza Real, Barrio Gótico, Plaza San Jaume, etc., ¡Aquello era una fiesta de luz y color!


Durante tres días, por la mañana, bien temprano, recorrimos Barcelona acompañados de guías. Por la tarde, como la primera noche, lo que nos iba quedando, siguiendo el lema de la infantería: movilidad, rapidez.


No voy a decir nada de Barcelona. De una u otra manera todos la conocen. Quien no la conozca en realidad tiene que ir a verla: Gaudí, el modernismo: in situ es digno de verse.


Son listos estos catalanes: parque de la Ciudadela, Villa Olímpica, Pueblo Español, Montjuic, el Maremagnum...


Y cómo no, el Tibidabo: tibi dabo: te daré. Según la da allí subió Satán a Jesús después del ayuno en el desierto y le ofreció ser dueño de todo lo que se divisaba desde allí si le adoaba... No tenía un pelo de tonto el amigo Satán.


Otro visionario, a lo adivino, Juan Bosco, tuvo la ilumina-ción de levantar un templo al Sagrado Corazón, como lugar más idóneo para un trono desde donde reinar.


También teníamos algún momento de relax para el cuerpo, como en la taberna del Bisbe y algún otro Santuario. Después de las caminatas que nos dábamos ¡Pero podíamos con todo! ¡Nada se nos resistía! ¡Todos a una!


La cena final fue en el Restaurante Salamanca, en La Barceloneta. Era un placer escuchar en la noche el batir de las olas.


¡Como no! En un ambiente de calor, camaredería y alegría no pudieron faltar las charradas y zamoranadas de nuestras tierras. ¡Momentos para nunca olvidar!


Fueron unos días maravillosos. Todos conjuntados y a una para recorrer los vastos itinerarios, sin dar sensación de cansancio (y anduvimos lo suyo y a buen paso), burlando incluso las vallas del metro, superando el miedo escénico de Las Ramblas por la noche y el metro.


Tal vez en los viajes habrá de reconsiderarse el formar grupos reducidos y homogéneos, para visitar los lugares.


El miércoles, doce, regresamos, después de dejar a los amigos de Soria. Cansados y contentos, tanto por lo que habíamos visto como por volver al «hogar».


ARGIMIRO SALVADOR ULLAN

Fotos de Viajes culturales realizados durante el 2003

Fotos de Otras actividades del 2003

Y recordar que hubo un tiempo en el que La Caja parecía un bazar. Hemos tenido que vender de todo... bicicletas, motos, juegos de café, cuberterías, cristalería, vajillas, centros de planchado... y este año 2003 nos tocaba vender la Enciclopedia del Románico.

Y también hubo un tiempo en el que todos los compañeros, y TODAS LAS CAPITALES DE PROVINCIA, esperaban la llegada de la Navidad para ver qué decoración navideña lucía La Caja en sus fachadas.

Hubo más viajes, también campeonatos de juegos de mesa, compañeros que nos dejaron, actividades de la coral, comidas de navidad... pero si os habéis quedado con ganas de más, a continuación os ponemos unos enlaces para profundizar más en este año 2003